El Número de octano, también conocido como octanaje, es una medida que evalúa la resistencia del combustible, como la gasolina, a la detonación cuando se comprime en el cilindro de un motor. La eficiencia del motor aumenta con una alta compresión, pero solo si el combustible puede soportar esa compresión sin detonar prematuramente. Esta propiedad es crucial en los combustibles utilizados en motores de encendido por chispa, que siguen un ciclo termodinámico similar al Ciclo Otto.

La gasolina pierde su efectividad y nivel de octanaje por la suciedad acumulada en la bomba de combustible. Si el nivel de gasolina llega al mínimo de capacidad antes de llenar el tanque nuevamente, el vehículo succionara burbujas de aire y sedimentos que se alojan en el fondo del tanque dañando la bomba de combustible.

Los motores de los vehículos son mucho más eficientes cuando logran un índice de compresión mucho más elevado. Cuando un motor recibe un combustible con una escala de octanaje mucho más elevada que los requerimientos del fabricante, no produce ningún daño, pero tampoco aporta algún beneficio. El problema surge cuando el nivel de octanaje es inferior debido a la mala calidad del combustible.

Cuando el octanaje en el combustible no es suficiente, la combustión tiene lugar en un periodo de tiempo muy reducido, lo cual produce una detonación prematura. Esto lleva a que el pistón sea golpeado con brusquedad y el rendimiento del motor disminuya drásticamente con la posibilidad de daños. Esto suele denominarse como cascabeleo, pistoneo o picado de bielas.